martes, 26 de octubre de 2010

Amigos son los amigos

De algo que en política nadie se salva es de salir en una foto comprometedora. Si un político nunca dijo, “yo ahí no estuve” o “yo con esos nunca me junté”, es porque no es político de verdad. Un político tiene que saber mentir y hacerlo bien, o sea, mentir abierta y descaradamente con tal de quedar bien parado. Pero un político se las ve oscuras si, por ejemplo, dice, “yo no conozco a ese señor” pero no sabe que en la pantalla del televisor están pasando una foto de los susodichos abrazados. Esto le pasó a muchos, pero en estos días está resonando una muy buena de los Kirchner.
Cuando Néstor Kirchner y su mujer Cristina llegaron al poder en la Argentina, allá por el 2003, no los conocía ni el loro. Llegaron por el apoyo de Duhalde y otros gobernadores peronistas que no querían que Menem vea realidad su sueño de volver a ser presidente. Casi. Menem ganó la primera vuelta, pero se tuvo que bajar del caballo porque todos los peronistas y radicales se iban a juntar para partirle la cara a votos en el ballotage. Así, Kirchner llegó al poder sin que nadie supiese de él.
Como nadie lo conocía, la gente tampoco conocía a quiénes conocía Kirchner, menos quiénes eran sus amigos. Por eso, astuto, Néstor Kirchner empezó a armar su historia a piaccere, sin que nadie pueda decir mucho o contrariarlo.
“Desde el arranque del régimen K, el discurso anti se propagó como las cuentas bancarias en el exterior de los sindicalistas”, dice uno que conoció al fallecido pulpo adivino del mundial. “Los Kirchner y su trup eran, y son (según), anti menemistas y vende patria. Por eso, el matrimonio presidencial de los K gastó tanto dinero y tiempo repitiendo que ellos no eran como los ladrones y entreguistas de los 90. Por eso, dicen, ellos no conocen a esa gente que se decía menemista, es más, desde la recóndida provincia de Santa Cruz los Kirchner siempre los combatieron”.
“Pero el Turco dijo por ahí que sí los conoció, y muy bien”, le digo.
“No, ellos lo niegan, y dicen que el Turco es el innombrable, así que no hablan de él. Lo mismo dicen con la dictadura militar. Mirá esta foto, ¿te suena?”.
Esto me puso a pensar, sí a pensar. Si los Kirchner y su gente, como Moyano, no conocen y no se llevan con barras bravas, punteros, traficantes de influencias y aquellos mismos que son todo lo contrario a lo que dicen representar, ¿cómo sobran fotos al respecto?
“Pará, no te enrosqués la víbora”, me dice el amigo del pulpo Paul.
“Y sí, total…”, digo.
La historia la escriben los ganadores, entonces, la actualidad la escriben los bizcos. ¿Cómo que un pulpo sabía que España iba a ser campeón del mundo?    

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