domingo, 17 de julio de 2011

Después de una elección...

Casi siempre, después de una campaña electoral los equipos se reúnen para discutir y hacer un resumen de lo acontecido en la elección. Se dice que se repasa lo hecho por el candidato y el partido, de manera tal que sea posible decir dónde hubieron aciertos y dónde desaciertos. También, se reflexiona y toma nota del motivo de la victoria o la derrota. Pero el problema aparece, como fue el caso en el bunker de campaña de Daniel Filmus –candidato K en la ciudad de Buenos Aires–, si no se admite el resultado de las urnas.
Una semana atrás, en Buenos Aires ganó el actual Jefe de Gobierno de la capital de Argentina, Mauricio Macri. Una paliza, lo que le dio Macri a Filmus. Pero éste, muy al estilo de Néstor, si bien reconoció que perdió porque salió segundo y va al ballotage contra el primero, en el fondo dice que ganó. Sí, Filmus y el peronismo K de la capital ganaron la elección aunque los números hayan manifestado que no, que Filmus perdió por más de diecinueve puntos. Así, el problema para la discusión postelectoral se presentó porque, para el candidato y su equipo más cercano, el tipo ganó y no se hizo nada mal.
Para entender un poquito esta lógica político-electoral, le pregunté el Gordo, mi amigo sabelotodo.
“Sabés lo que pasa, estos son unos prepotentes: si los números no le cierran, agarran y dicen que no es verdad, que todo es un invento desestabilizador de los monopolios mediáticos”, me explica el que siempre está con un cigarrillo en la mano. “El otro día hablaba con un tipo que sabe de esto de la política, y me dijo que no hay peor político que aquel que no reconoce el estado real del mundo. La verdad que tiene razón: vos fijate en Filmus y los K, con su modus operandi demuestran que no están a las alturas de las circunstancias”.
“¿Qué, por no reconocer que los cagaron a trompadas?”, le pregunto.
“No nada que ver”, categórico responde el Gordo. “Bueno, también, pero digo que no porque se me canta, jajajaja… En realidad, lo que pienso es que los K y Filmus se están viendo muy mal porque no ven a la política en el sentido de los tiempos que corren, y por eso les va como les va. Si los tipos no le pusieran un caño en la sien a los encuestadores que contratan para que les digan lo que quieren escuchar, y si aceptaran que sus estrategias son antiguas, quizá así los tipos me callarían la boca. Pero no, hacen política como si estuviésemos en el 45”.
La verdad el diálogo con el Gordo fue más largo, pero entre unja y otra cosa la idea de fondo fue: Los K se comieron una paliza tan fuerte que quedaron medios mareados, tanto que ni se pusieron a pensar que perdieron. Así las cosas, en Buenos Aires parece que nos vamos a la segunda vuelta entre Macri y Filmus.

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