domingo, 20 de febrero de 2011

Otra de valijas en la aduana

Nadie, pero nadie es nadie. Nadie en los Estados Unidos comenta nada sobre la escalada diplomática entre los gobiernos de Argentina y Estados Unidos. En Argentina por supuesto que sí, pero como la importancia de Argentina para las relaciones internacionales de Estados Unidos es baja, muy pocos dicen algo sobre el avión gringo que aterrizó en Ezeiza y fue detenido en la aduana. Un caso peculiar, ¿cómo chingados no?, que vuelve a querer refutar la hipótesis que afirma que los Estados Unidos ya no interviene en los países de la región como lo hacía durante la Guerra Fría.
Para no hacer el cuento largo, días atrás llegó a Argentina un cargamento de parte de las fuerzas armadas estadounidenses. El paquete traía sobrepeso de pólvora, es decir, un regalo para la hace poco creada policía de la Ciudad de Buenos Aires. Pero el regalo, que venía en avión, no pasó la prueba del olfato canino.

Desde el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se acusó con todo: Estados Unidos, otra vez, está alentando movimientos desestabilizadores para un póstumo golpe de Estado. Pues quién sabe, pero el cruce de oficios entre las cancillerías de Argentina y Estados Unidos creció en toneladas durante los últimos días. Y para agregarle dato al asunto, en la próxima visita del presidente Obama al Cono Sur, los países escogidos son Brasil y Chile. O sea, ¿será que es si hay algo cierto es que el gobierno argentino no tiene calle para la diplomacia?
Para responder esta y otras preguntas, me conecté al Skype para tener una video-llamada con uno de los especialistas más polémicos pero conocedores del tema.
“Es que el gobierno de los Kirchner nunca entendió de qué se trata la política internacional”, me dice el Gordo. “¿Por qué el gobierno de un país débil tendría que hacerse el guapo con el de un país poderoso? Yo te diría que es para romper las pelotas, pero ésa no puede ser la respuesta para un asunto tan delicado”.
“¿Por qué delicado?”, le pregunto un poco perdido.
“Porque aunque Estados Unidos va de salida como la potencia mundial –bueno, definitivamente no es lo que era en los 90 y China ya lo alcanzó–, y no necesita países débiles que quieran joder. Vos pensá: hace dos años El Salvador, Ecuador el año pasado y ahora esto de Argentina, ¿qué significa?”
“…”, sin palabras para decir, por supuesto con cara de poker.
“Significa que los pollitos se quieren salir del gallinero y que no es tan fácil. Por eso, esto no es más que otra movida de un país débil que quiere hacerse el malo con el fuerte”, me dice el Gordo, desde Punta del Este, por Skype.
En fin, gracias a gente como el Gordo me cago de risa de todo esto que hacen los Fernández Kirchner –R.I.P.–, porque de otra manera me confundiría mucho con tanta pendejada que hace este gobierno nacional y popular, que de relaciones internacional, efectivamente, no entiende ni jota.

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